27 Dic ¿Una caja que sube y baja?
– Pero si esto es simplemente una caja que sube y baja, ¿no? -comentó el responsable del cliente, refiriéndose al elevador, mientras sostenía nuestro presupuesto recostado en su silla.
– Precisamente por pensar así, hemos visto a mucha gente perder su puesto de trabajo -le dijimos.
– Hombre, no será para tanto –contestó con voz tranquila.
Sin embargo, su postura ya indicaba otra cosa.
Se había inclinado hacia delante y mostraba actitud de interés.
– Ten en cuenta -continuamos hablando- que se trata de un ascensor con un precio muy elevado, que ha de durar más de 30 años, con muchas personas involucradas en la decisión de compra, y que va a quedar instalado en la intemperie y bajo el ambiente agresivo de una cementera situada a más de 4000 m. de altitud. Créenos que, si no contáis con una empresa especialista como nosotros que os asesore bien en todos los detalles, podéis acabar poniendo en riesgo serio toda la planta y a sus trabajadores. De verdad que no podemos permitirnos el lujo de equivocarnos.
– ¡Yo mismo me voy a subir en ese ascensor! -exclamó.
Frotaba sus manos en señal de impaciencia por saber más.
«Ha de durar más de 30 años, con muchas personas involucradas en la decisión de compra»
– Si te parece bien -le explicamos-, empecemos por analizar lo que necesitáis, paso por paso, desde el punto de vista técnico, y también legal.
…
Ahora, sus preguntas se sucedían una tras otra. Tomaba notas sin parar y sus ojos se abrían cada vez más, sumergiéndose en una casuística que jamás antes habría imaginado. Tras cuatro horas de reunión, le dimos las gracias por haber tenido la humildad necesaria para escucharnos mutuamente, y el coraje por descubrir la verdad.
Había sido la primera de muchas reuniones que acabaron en la compra a TURBOIBER del elevador que le proponíamos. Un elevador que ahora mismo estamos instalando en Oruro (Bolivia).
Después, como consecuencia de todo lo anterior, TURBOIBER ha vendido otros dos ascensores más de piñón y cremallera similares al mismo cliente para sendas cementeras en Chimborazo (Ecuador) y Potosí (Bolivia), con una facturación total entre los tres equipos cercana a los 800.000 €.
En este caso, mediante el conocimiento adquirido por TURBOIBER como empresa en un campo tan específico, creemos sinceramente que hemos ayudado a que nuestro cliente, gracias a su atención y confianza, no sólo haya evitado errores importantes y con consecuencias potencialmente graves que estaba a punto de cometer, sino que además haya optimizado su presupuesto empleándolo en lo que realmente era imprescindible.
Bajo nuestro punto de vista, el conocimiento unido a la ética es lo más parecido que se nos ocurre a lo que llamamos PROFESIONALIDAD. Y desempeñarla con espíritu de servicio es lo que nos da el sentido, el orgullo, la ilusión y la vida.
Agradezcamos siempre, por tanto, cualquier oportunidad de aprender, esforzándonos sin reservas, porque, después de todo, al fin, NADA, NADA, NADA… PUEDE SUSTITUIR A LA EXPERIENCIA.
José Mª Martín
Director del Área Industrial y Proyectos Especiales
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